La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) realizó la destrucción de más de mil armas de grueso calibre en la explanada del Campo Militar de Reynosa, que alberga la Octava Zona, según informó la vocería.
En el evento, se destruyeron 1,008 armas, de las cuales 924 eran armas largas, como rifles y ametralladoras, y 84 eran pistolas y revólveres.
Además, se eliminó un total de 9,647 cargadores y 263,092 cartuchos útiles de distintos calibres.
La mayoría del armamento y municiones destruidos habían sido asegurados a lo largo del año durante diversas operaciones y acciones del Ejército Mexicano en Tamaulipas. Estos materiales provienen en su mayoría de enfrentamientos con grupos criminales o fueron abandonados tras conflictos entre organizaciones delictivas.
El acto protocolario fue dirigido por el General Juan José Gómez Ruiz, comandante de la Octava Zona, y contó con la presencia de Antonio de León, secretario del Ayuntamiento, entre otras autoridades civiles.
La destrucción de las armas forma parte de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública y de la política de Cero Impunidad, según lo destacado por el orador principal del evento.
Antes de su eliminación, las armas fueron sometidas a un proceso de inspección, desorganización y seccionamiento para su correcta destrucción. El orador aseguró que la actividad se llevó a cabo siguiendo el Procedimiento Sistemático de Operar para el Control, Destrucción y Aprovechamiento Lícito de Armas de Fuego Decomisadas.
Con estas acciones, el Ejército Mexicano reafirma su compromiso con la protección de los ciudadanos y su colaboración con el Gobierno de México para asegurar la paz y la seguridad en la población, concluyó el orador.